Suplementos Vitamínicos, Envejecimiento y Longevidad: Una Perspectiva Basada en la Evidencia

Tabla de contenidos

1. Introducción: La Búsqueda de la Longevidad y el Papel de los Suplementos

En la era moderna, la aspiración a una vida más prolongada y saludable ha impulsado a muchas personas a explorar diversas vías, entre ellas el consumo de suplementos vitamínicos y minerales.

Esta tendencia se ve a menudo magnificada por la promesa de encontrar una «píldora mágica» capaz de ralentizar el envejecimiento o extender la longevidad, una percepción que el marketing y la desinformación frecuentemente alimentan.[1, 2]

La idea de una solución sencilla para un proceso tan complejo como el envejecimiento resulta innegablemente atractiva para una amplia audiencia.

omega 3

Es fundamental abordar la cuestión de si las píldoras son el secreto para vivir más y mejor desde una perspectiva rigurosamente científica, distinguiendo entre la evidencia sólida, la investigación emergente y las afirmaciones sin fundamento. La disparidad entre la percepción pública y la evidencia científica en el consumo de suplementos es notable.

Mientras que un interés generalizado existe en los suplementos para la longevidad, un análisis exhaustivo de la literatura científica revela un consenso claro: los multivitamínicos generales no extienden la vida en adultos sanos.[3, 4, 5, 6]

Esta contradicción subraya la necesidad de un pensamiento crítico y una toma de decisiones informada en materia de salud, en lugar de dejarse llevar por tendencias populares o afirmaciones sin respaldo.

2. Multivitamínicos y Longevidad: ¿Realidad o Mito?

A pesar de la enorme popularidad de los multivitamínicos y la creencia extendida de que actúan como un «seguro» nutricional, la evidencia científica más sólida y reciente indica que no ofrecen beneficios significativos para la longevidad en adultos sanos que ya mantienen una dieta equilibrada.

Un análisis a gran escala llevado a cabo por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., que abarcó datos de casi 400,000 adultos sanos seguidos durante más de 20 años, no encontró ninguna asociación entre el uso regular de multivitamínicos y un menor riesgo de muerte por cualquier causa, cáncer o enfermedades cardiovasculares.[6]

Esta investigación se considera la más completa hasta la fecha, ya que su gran tamaño de población y el seguimiento prolongado permitieron mitigar posibles sesgos que pudieron haber influido en estudios anteriores con resultados dispares.[3, 6] La conclusión del estudio es contundente: «Estos resultados sugieren que el uso de multivitamínicos para mejorar la longevidad no está respaldado».[3]

La Johns Hopkins Medicine corrobora esta postura, enfatizando que los multivitamínicos no reducen el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, deterioro cognitivo (como pérdida de memoria o lentitud en el pensamiento) o muerte prematura.[5] Los expertos de esta institución subrayan que «las píldoras no son un atajo para una mejor salud y la prevención de enfermedades crónicas»[5]. Si una persona sigue una dieta saludable y variada, generalmente puede obtener todas las vitaminas y minerales necesarios directamente de los alimentos.[5]

La idea de que los multivitamínicos sirven como una «red de seguridad» nutricional para prolongar la vida en personas sanas es una falacia. Los estudios robustos demuestran que, para individuos cuyas necesidades nutricionales básicas ya están cubiertas a través de la dieta, la adición de un multivitamínico general no confiere beneficios adicionales en términos de longevidad.

Esto sugiere que el concepto de «red de seguridad» en este contexto es más una simplificación excesiva o una narrativa de marketing que una estrategia científicamente respaldada para la extensión de la vida. Este hallazgo desafía la mentalidad de «más es mejor» a menudo asociada con los productos de salud, destacando que el simple consumo de nutrientes adicionales más allá de lo que el cuerpo necesita no se traduce automáticamente en una vida más larga o en la prevención de enfermedades para individuos sanos. El enfoque principal debe ser la optimización de la ingesta dietética.

Existen excepciones donde los multivitamínicos pueden ser recomendados, como para mujeres en edad fértil debido a la importancia del ácido fólico en la prevención de defectos del tubo neural en bebés, o en situaciones donde existen deficiencias nutricionales documentadas.[5, 7] Sin embargo, esta recomendación difiere del consumo generalizado con el objetivo de extender la vida.

3. Nutrientes Específicos con Potencial Antienvejecimiento: Lo que dice la Ciencia

Mientras que los multivitamínicos generales no demuestran beneficios para la longevidad en adultos sanos, la investigación sí explora el papel de micronutrientes y compuestos específicos en procesos biológicos relacionados con el envejecimiento.

Es crucial diferenciar entre el objetivo de «prevenir enfermedades» (para lo cual algunos nutrientes son esenciales) y «extender la vida» o «revertir el envejecimiento», que es un campo de investigación mucho más complejo y emergente.

La investigación ha pasado de una visión generalizada de los suplementos a un enfoque más específico. Se están identificando micronutrientes (como la vitamina D, el zinc y el selenio) y nuevos compuestos (como los precursores de NAD+, el resveratrol y el alfa-cetoglutarato de calcio) que influyen en vías moleculares y celulares específicas vinculadas al envejecimiento, como la longitud de los telómeros, la función mitocondrial, la reparación del ADN y el estrés oxidativo.

Este cambio sugiere que el futuro de las intervenciones antienvejecimiento, si tienen éxito, probablemente implicará compuestos altamente dirigidos basados en mecanismos biológicos específicos, en lugar de suplementos nutricionales generales. También implica que la medicina personalizada, guiada por biomarcadores individuales y perfiles genéticos, podría volverse cada vez más relevante en este campo.

Vitamina D: Más allá de los huesos, su impacto en el envejecimiento biológico

Un estudio reciente (Mayo 2025) sugiere que la suplementación diaria con 2,000 unidades internacionales (UI) de vitamina D3 podría ayudar a ralentizar el acortamiento de los telómeros.[8, 9]

Los telómeros son estructuras del ADN que actúan como un «reloj biológico» celular y están fuertemente relacionadas con el envejecimiento y las enfermedades crónicas; su acortamiento acelerado se asocia con mayor inflamación, estrés oxidativo y un sistema inmunitario más débil.[8]

La vitamina D también ha mostrado beneficios en la reducción de la inflamación y el riesgo de ciertas enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento, como algunos tipos de cáncer avanzado y enfermedades autoinmunes.[9]

Aunque la exposición solar moderada y segura sigue siendo la forma más natural y eficaz de obtener vitamina D, la suplementación puede ser una gran aliada en contextos donde la exposición es limitada (estilo de vida, trabajo en interiores, falta de sol).[8] La deficiencia de vitamina D es, de hecho, muy común en la población, afectando hasta al 70% en EE. UU..[10]

Vitamina C y E: El poder antioxidante y la salud celular

La Vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres en el organismo y favorece la producción de colágeno, esencial para la salud de la piel, articulaciones y huesos.[11]

Un estudio (Julio 2025) revela cómo la vitamina C reactiva genes de regeneración de la piel a través de la desmetilación del ADN, combatiendo el envejecimiento cutáneo y manteniendo una piel sana y resistente.[12]

La Vitamina E se distingue por ser una de las principales responsables de ayudar a retrasar el envejecimiento, tanto por dentro como por fuera, gracias a su potente acción antioxidante que protege las células del daño.[13]

Se encuentra naturalmente en alimentos como frutos secos, aceites vegetales y vegetales de hoja verde.[13, 14] Es importante señalar que la U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda no usar suplementos de beta-caroteno o vitamina E para la prevención de enfermedades cardiovasculares o cáncer en adultos sanos, ya que la evidencia es insuficiente o los posibles daños superan los beneficios.[15]

NAD+, NMN y NR: La «molécula de la juventud» y el metabolismo energético

El NAD+ (Nicotinamida Adenina Dinucleótido) es una molécula coenzima fundamental presente en todas nuestras células, actuando como elemento clave en más de 500 procesos metabólicos diferentes, incluyendo la producción de energía celular, la reparación del ADN, la función inmunológica y la regulación del ritmo circadiano.[16]

Los niveles de NAD+ disminuyen naturalmente con la edad, lo que se ha asociado con diversas enfermedades relacionadas con el envejecimiento y el deterioro de la función celular.[16, 17] Los precursores de NAD+ como NMN (Nicotinamida Mononucleótido) y NR (Ribósido de Nicotinamida) han mostrado resultados prometedores en modelos preclínicos al ayudar a reponer los niveles de NAD+, mitigando potencialmente el declive relacionado con la edad y mejorando la función celular.[17, 18, 19]

Los beneficios potenciales incluyen la mejora del metabolismo energético (apoyando la función mitocondrial), la función cognitiva, la salud cardiovascular y la reparación del ADN (al favorecer la activación de las sirtuinas, proteínas implicadas en la longevidad).[18, 19]

Aunque los resultados son prometedores en modelos preclínicos, la investigación en humanos está en curso para determinar la eficacia, las dosis óptimas y los posibles efectos a largo plazo.[1, 16, 17]

Resveratrol y CoQ10: Antioxidantes clave para la salud cardiovascular y la longevidad celular

El Resveratrol, un compuesto presente en las uvas rojas y el vino tinto, ha suscitado gran atención por su posible papel antienvejecimiento.[1, 20] Estudios han demostrado que puede tener propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas.[21] Activa las sirtuinas, proteínas relacionadas con la longevidad y la protección celular.[22, 23, 20]

También puede mejorar la sensibilidad a la insulina y la salud cardíaca y cerebral.[21] Sin embargo, se necesitan más estudios en humanos para establecer una comprensión clara de sus beneficios potenciales y la dosis óptima para la longevidad.[21]

La Coenzima Q10 (CoQ10) es un antioxidante que el cuerpo produce de forma natural y es esencial para que las células crezcan y produzcan energía.[19, 23] Los niveles de CoQ10 disminuyen con la edad, lo que contribuye a la disfunción mitocondrial y la pérdida de función de los órganos.[23]

Se investiga su uso para mejorar los síntomas de la insuficiencia cardíaca congestiva, reducir la presión arterial, disminuir el colesterol en personas con diabetes y aliviar la debilidad muscular inducida por estatinas.[19]

Otros micronutrientes prometedores

  • Ácido Fólico (Folato): Un equipo científico descubrió que la manipulación precisa del metabolismo del folato podría contribuir a reducir los efectos del envejecimiento y favorecer la longevidad en humanos.[24] Es una vitamina B vital para la síntesis de ADN y la formación de glóbulos rojos.[14, 24]

  • Calcio: Es esencial para la salud ósea y la prevención de la osteoporosis, especialmente en mujeres postmenopáusicas y adultos mayores.[11, 25] Sin embargo, la suplementación con calcio debe ser supervisada por un médico, ya que una ingesta excesiva de suplementos puede aumentar el riesgo de cálculos renales.[25] El Alfa-Cetoglutarato de Calcio (CaAKG) ha mostrado resultados prometedores en animales para alargar la vida y «comprimir la morbilidad» al proteger el ADN y reducir la inflamación.[26]

  • Zinc: La ingesta adecuada y suficiente de zinc a través de una dieta saludable se asocia con un menor riesgo de deterioro físico y fragilidad en personas mayores, contribuyendo a un envejecimiento saludable.[27]

  • Selenio: Ayuda a combatir el estrés oxidativo, un desequilibrio bioquímico que puede ocurrir con el envejecimiento y dañar las células.[28] Protege las células sanas al apoyar las selenoproteínas. La deficiencia de selenio es común en algunas partes de Europa debido al bajo contenido en el suelo.[28]

  • Creatina: Se ha demostrado que la suplementación con creatina ayuda a mantener y construir masa muscular y puede mejorar el rendimiento cognitivo, aspectos cruciales para un envejecimiento saludable.[29, 30]

  • Magnesio: Es un mineral esencial que regula el sistema nervioso, los niveles de azúcar en sangre y la función intestinal, además de fortalecer huesos y músculos.[11] También ha mostrado impactos prometedores en la salud cerebral y el sueño.[29, 31]

  • Omega-3: Son ácidos grasos esenciales reconocidos por su efectividad en la reducción de los niveles de colesterol y por favorecer la salud del cerebro y el corazón, además de poseer propiedades antiinflamatorias.[11] Aunque algunos estudios sugieren beneficios cognitivos, los datos no son tan fuertes como se cree, y se prefiere obtenerlos de alimentos como pescados grasos, nueces y semillas de chía.[29]

  • Vitaminas del Complejo B (especialmente B12): Son fundamentales para potenciar el metabolismo, permitiendo la conversión de los alimentos en energía, y tienen un papel crucial en el mantenimiento de un sistema nervioso saludable y la producción de células sanguíneas.[11, 14] Algunos adultos mayores pueden tener problemas para absorber la vitamina B12 de los alimentos, lo que hace que la suplementación sea relevante en esos casos.[32, 33]

A continuación, se presenta una tabla que resume los micronutrientes y compuestos con evidencia emergente y sus funciones clave en el envejecimiento:

Tabla 1: Micronutrientes y Compuestos con Evidencia Emergente y sus Funciones Clave en el Envejecimiento
Nutriente/CompuestoFunción Clave en el EnvejecimientoEstado de la Evidencia (Humana)Fuentes Alimentarias/Consideraciones
Vitamina DSalud telomérica, antiinflamatorio, función inmune, salud óseaEmergente/Prometedor (telómeros), Con evidencia robusta para beneficios específicos (huesos, inmunidad)Exposición solar, pescados grasos, alimentos fortificados
Vitamina CAntioxidante, producción de colágeno, regeneración de pielCon evidencia robusta para beneficios específicos (piel, inmunidad)Cítricos, frutas, verduras
Vitamina EAntioxidante, protección celularPrecaución para longevidad general; no concluyente para prevención de CVD/cáncerFrutos secos, aceites vegetales, vegetales de hoja verde
NAD+/NMN/NRMetabolismo celular, reparación de ADN, función mitocondrial, sirtuinasEmergente/Prometedor, necesita más investigación en humanosCarnes, pescados, vegetales (precursores)
ResveratrolAntioxidante, antiinflamatorio, sirtuinas, salud cardiovascular/cerebralPrometedor, necesita más investigación en humanosUvas rojas, vino tinto, arándanos
Coenzima Q10Producción de energía celular, antioxidante, salud cardiovascularCon evidencia robusta para beneficios específicos (insuficiencia cardíaca, estatinas)Carnes, pescados, cereales integrales
Ácido FólicoSíntesis de ADN, formación de glóbulos rojos, longevidad celularEmergente/Prometedor (longevidad), Con evidencia robusta para prevención de defectos congénitosVegetales de hoja verde, legumbres, cereales fortificados
Calcio (CaAKG)Salud ósea, protección ADN, reducción inflamaciónCon evidencia robusta para salud ósea, CaAKG emergente (animales)Lácteos, vegetales de hoja verde, alimentos fortificados
ZincFunción inmune, prevención fragilidad físicaCon evidencia robusta para beneficios específicos (inmunidad, fragilidad)Carnes rojas, mariscos, semillas, frutos secos
SelenioCombate estrés oxidativo, protección celular, función inmuneCon evidencia robusta para beneficios específicos (estrés oxidativo, inmunidad)Nueces, pescados, carnes
CreatinaMasa muscular, rendimiento cognitivoCon evidencia robusta para masa muscular, emergente para cogniciónCarnes rojas, pescados, suplementos
MagnesioSalud cerebral, sueño, huesos, músculos, sistema nerviosoCon evidencia robusta para beneficios específicos (función nerviosa/muscular), prometedor para sueño/cerebroVegetales de hoja verde, frutos secos, legumbres
Omega-3Salud cardiovascular, antiinflamatorio, salud cerebralCon evidencia robusta para corazón, no concluyente para cognición generalPescados grasos, nueces, semillas de chía
Vitaminas del Complejo BMetabolismo energético, salud nerviosa, producción de glóbulos rojosCon evidencia robusta para metabolismo/nervios, relevante para deficiencias (B12 en mayores)Carnes, lácteos, cereales integrales, vegetales

4. Riesgos y Precauciones: Cuando Demasiado es Peligroso

Contrario a la creencia popular de que «más es mejor» cuando se trata de vitaminas y minerales, el consumo excesivo de suplementos puede ser perjudicial y, en algunos casos, incluso mortal.[3]

Es fundamental comprender que las vitaminas y minerales, aunque esenciales, son potentes agentes biológicos y no deben consumirse indiscriminadamente. Las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) son particularmente peligrosas en dosis altas porque se almacenan en el cuerpo (principalmente en el hígado y tejidos grasos) y pueden acumularse hasta niveles tóxicos.[34]

Incluso las vitaminas hidrosolubles, que el cuerpo excreta más fácilmente, pueden tener efectos adversos en megadosis.

La suposición de que los suplementos son benignos y «naturales» y, por lo tanto, seguros, es errónea. Las descripciones detalladas de la toxicidad para diversas vitaminas (A, D, E, B6, Niacina) y minerales (Zinc, Selenio, Hierro) demuestran que exceder las dosis recomendadas puede conducir a efectos adversos significativos, y en ocasiones irreversibles.[3, 4, 22, 25, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47]

Esto crea una paradoja: el intento de mejorar la salud a través de la suplementación, si se realiza sin la orientación adecuada, puede causar daño. Este punto es crucial para la seguridad del consumidor, ya que resalta la importancia crítica de la supervisión médica y el asesoramiento personalizado al considerar los suplementos, especialmente en dosis elevadas.

También sirve como una fuerte narrativa contraria al marketing de «más es mejor» que a menudo se observa en la industria de los suplementos.

Toxicidad de vitaminas y minerales comunes

  • Vitamina A: La intoxicación por vitamina A puede ser aguda (por una sola ingestión masiva) o crónica (por consumo prolongado de dosis elevadas). Ambas pueden causar dolores de cabeza intensos, erupciones cutáneas, náuseas, vómitos y, en casos graves, daño hepático.[35] Es importante destacar que el beta-caroteno, un precursor de la vitamina A, cuando se toma como suplemento, se ha asociado con un aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer (como el de pulmón), un riesgo que no parece aumentar cuando los carotenoides se consumen a través de frutas y vegetales.[35]

  • Vitamina D: Obtener demasiada vitamina D (conocida como toxicidad por vitamina D) puede ser perjudicial. Esto ocurre casi exclusivamente por el abuso de suplementos, ya que la piel limita la cantidad de vitamina D que produce con la exposición al sol.[36] Los signos de toxicidad incluyen náuseas, vómitos, falta de apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso. Niveles muy altos de vitamina D pueden dañar los riñones y elevar peligrosamente el nivel de calcio en la sangre.[36]

  • Vitamina E: Aunque la intoxicación es poco frecuente, dosis elevadas de vitamina E pueden aumentar el riesgo de hemorragia, especialmente en adultos que también toman medicamentos anticoagulantes (como la warfarina). Otros efectos secundarios pueden incluir debilidad muscular, fatiga, náuseas y diarrea.[37]

  • Vitamina K: La toxicidad por vitamina K es muy poco frecuente, siendo más común en lactantes alimentados con fórmula. Puede causar anemia por rotura de glóbulos rojos e ictericia.[34] La filoquinona, la forma de vitamina K que se encuentra en las plantas, no es tóxica incluso en grandes cantidades.[34]

  • Vitamina B6 (Piridoxina): La toxicidad por vitamina B6 puede deberse a la ingestión de megadosis (superiores a 500 mg/día) y puede causar neuropatía periférica, una afección que afecta los nervios y puede provocar debilidad, entumecimiento y dolor. La recuperación de esta condición es lenta y a veces incompleta.[38]

  • Niacina (Vitamina B3): Una sobredosis de niacina (poco probable si se sigue la dosis médica) puede provocar enrojecimiento intenso de la piel combinado con mareos, latidos cardíacos acelerados, picazón, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y sarpullido.[39]

  • Hierro: La toxicidad por hierro puede ser grave. Aunque los datos se centran más en la exposición industrial [40], la ingesta excesiva de suplementos de hierro puede ser peligrosa, especialmente en niños. La intoxicación crónica por zinc, por ejemplo, puede causar anemia por mala absorción de hierro.[41]

  • Zinc: La intoxicación por zinc puede ser aguda (por una dosis alta única) o crónica (por ingesta o exposición prolongada). Los síntomas agudos incluyen náuseas, vómitos, calambres estomacales y diarrea. La intoxicación crónica puede llevar a fatiga, debilidad, anemia (por interferencia con la absorción de cobre y hierro), una respuesta inmune reducida y daño neurológico (entumecimiento, hormigueo, problemas de coordinación).[41]

  • Selenio: La exposición prolongada o repetida a selenio puede provocar daños en los órganos.[42] Aunque la toxicidad por suplementos es menos común que por exposición industrial, es importante ser consciente de los límites de ingestión.

Interacciones con medicamentos y efectos secundarios

Es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de tomar cualquier suplemento, ya que pueden interactuar de manera peligrosa con medicamentos recetados. Por ejemplo, la CoQ10 puede interferir con el efecto anticoagulante de la warfarina, aumentando el riesgo de coágulos sanguíneos.[19]

Los ácidos grasos omega-3, aunque beneficiosos, pueden diluir la sangre, lo que aumenta el riesgo de sangrado si se combinan con medicamentos anticoagulantes o aspirina.[1] La curcumina también puede interactuar con medicamentos para la diabetes o la presión arterial.[1]

A continuación, se presenta una tabla que resume los posibles riesgos de toxicidad asociados a suplementos vitamínicos y minerales comunes:

Tabla 2: Posibles Riesgos de Toxicidad por Suplementos Vitamínicos y Minerales Comunes

SuplementoSíntomas de Toxicidad/Riesgos ClaveInteracciones Relevantes
Vitamina ACefalea, erupciones, náuseas, vómitos, daño hepático, riesgo de cáncer (beta-caroteno suplementario)
Vitamina DNáuseas, vómitos, pérdida de apetito, estreñimiento, debilidad, pérdida de peso, daño renal, elevación de calcio en sangre
Vitamina ERiesgo de hemorragia, debilidad muscular, fatiga, náuseas, diarreaAnticoagulantes (ej. warfarina)
Vitamina KAnemia por rotura de glóbulos rojos, ictericia (raro, más en lactantes)Anticoagulantes (ej. warfarina)
Vitamina B6Neuropatía periférica (debilidad, entumecimiento, dolor)
NiacinaEnrojecimiento intenso de la piel, mareos, latidos acelerados, picazón, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, sarpullido
HierroToxicidad grave (especialmente en niños), anemia por mala absorción de otros minerales (si el exceso es por zinc)
ZincAgudo: náuseas, vómitos, calambres, diarrea. Crónico: fatiga, debilidad, anemia (por interferencia con cobre/hierro), daño neurológico, supresión inmuneInterfiere con absorción de cobre, hierro, magnesio
SelenioDaño a órganos (exposición prolongada/repetida)
Coenzima Q10Problemas estomacales (dolor, náuseas, diarrea), mareos, insomnio, cansancio, cefaleas, sarpullido, irritabilidadAnticoagulantes (ej. warfarina)
Omega-3Puede diluir la sangre, aumentando riesgo de sangradoAnticoagulantes, aspirina
CurcuminaPuede interactuar con medicamentos para diabetes o presión arterial, aumentar riesgo de sangradoMedicamentos para diabetes, presión arterial, anticoagulantes

5. La Perspectiva de las Organizaciones de Salud y Nutrición

Las principales organizaciones de salud y nutrición a nivel global y regional, como la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la British Nutrition Foundation y Dietitians of Canada, comparten una postura cautelosa y basada en la evidencia sobre el uso generalizado de suplementos para la longevidad.

El énfasis principal y consistente de todas estas entidades recae en una dieta variada y equilibrada como la fuente óptima y primaria de todos los nutrientes necesarios para la salud.[36, 38, 40, 44]

Una revisión de las posturas de múltiples autoridades sanitarias prominentes revela un patrón consistente: ninguna respalda el uso generalizado de multivitamínicos para la longevidad en individuos sanos.

En cambio, sus recomendaciones para la suplementación son altamente condicionales y dirigidas. Se aplican a deficiencias documentadas (por ejemplo, de vitamina B12 o D), a grupos específicos de alto riesgo (como mujeres embarazadas para el ácido fólico, o personas mayores para la vitamina D y B12), o para efectos terapéuticos específicos (como la creatina para la sarcopenia), y siempre enfatizan la necesidad de consultar a un profesional de la salud. Este enfoque matizado contrasta marcadamente con las afirmaciones simplistas de «antienvejecimiento» que a menudo se encuentran en la publicidad.

Este fuerte énfasis en la condicionalidad y el papel primordial de la dieta y el estilo de vida resalta la complejidad de la nutrición humana y el potencial de daño por el uso indiscriminado de suplementos. Refuerza el mensaje de que las decisiones de salud, especialmente en lo que respecta a la suplementación, deben tomarse en consulta con los proveedores de atención médica, y no basándose en consejos generales o campañas de marketing.

Recomendaciones específicas de entidades

  • NIH Office of Dietary Supplements: Esta oficina de los NIH proporciona información basada en evidencia sobre suplementos dietéticos.[48] Su análisis de datos de casi 400,000 adultos sanos no encontró que el uso diario de multivitamínicos estuviera asociado con un menor riesgo de muerte.[6] Recomiendan encarecidamente discutir el uso de suplementos con un profesional de la salud.[48]

  • OPS/OMS: La Organización Panamericana de la Salud (parte de la OMS) promueve un «Envejecimiento Saludable» a través de un enfoque integral que incluye asegurar comunidades que fomenten las capacidades de las personas mayores, ofrecer atención integrada y servicios de salud primaria, y brindar acceso a la atención a largo plazo.[44] Sin embargo, en los materiales revisados, la OPS/OMS no emite recomendaciones específicas sobre suplementos vitamínicos para la longevidad en la población general sin deficiencias documentadas.[44] Su enfoque es holístico y centrado en el bienestar general.

  • Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG): Esta sociedad es explícita en su postura: no recomienda el cribado de déficits vitamínicos ni la administración de complementos vitamínicos en personas mayores asintomáticas sin factores de riesgo.[49] Subrayan que las intervenciones nutricionales, para ser eficaces, deben ir asociadas a la práctica de ejercicio físico.[49] Su objetivo es la prevención de la fragilidad y el mantenimiento de la capacidad funcional en la vejez.[50]

  • British Nutrition Foundation: Enfatiza la importancia de una dieta variada y equilibrada para obtener vitaminas y minerales esenciales.[40] Recomienda que todos los adultos consideren tomar un suplemento diario de 10µg de vitamina D entre octubre y marzo (cuando la luz solar es insuficiente para la síntesis cutánea), y que las personas con mayor riesgo de deficiencia (ej., confinados en casa, piel oscura) lo hagan durante todo el año.[40] También señala la importancia del calcio para la salud ósea y que algunos adultos mayores pueden tener problemas para absorber la vitamina B12 de forma natural, lo que podría requerir suplementación.[32, 33]

  • Dietitians of Canada: Para personas mayores de 65 años, recomienda una dieta basada en la Guía Alimentaria de Canadá con énfasis en alimentos ricos en proteínas (mínimo 1.0–1.2 g de proteína/kg de peso corporal/día).[38, 51] Identifica vitaminas y minerales de preocupación para los seniors (A, B12, D, calcio, hierro y zinc) y sugiere que, si no se pueden cubrir los requerimientos con la dieta o hay un riesgo aumentado de deficiencia, se discuta el uso de suplementos con un profesional de la salud.[38, 51]

  • U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF): Esta fuerza de trabajo independiente es muy cautelosa. Recomienda en contra del uso de suplementos de beta-caroteno o vitamina E para la prevención de enfermedades cardiovasculares o cáncer, citando que los daños superan los beneficios o no hay beneficio neto.[15] Concluye que la evidencia es insuficiente para recomendar a favor o en contra de multivitamínicos o suplementos de nutrientes únicos/pareados (excepto beta-caroteno y vitamina E) para la prevención de estas enfermedades en adultos sanos no embarazadas.[15] Sin embargo, sí recomienda la suplementación con ácido fólico para todas las mujeres que planean o son capaces de quedar embarazadas.[15]

  • American Medical Association (AMA): La AMA posiciona la nutrición como la base de la buena salud.[52] Si bien no tiene una postura generalizada a favor de suplementos para la longevidad, sí reconoce que algunos suplementos (como creatina, vitamina D, magnesio, y vitaminas B) pueden mitigar el impacto de condiciones relacionadas con la edad como sarcopenia, insomnio o deterioro cognitivo, pero enfatiza que esto requiere más estudio y debe considerarse en el contexto de comorbilidades.[31]

  • Harvard/USDA: Algunos expertos de Harvard Medical School y el USDA Human Nutrition Research Center on Aging en Tufts University han sugerido que un multivitaminas diario que no exceda la dosis diaria recomendada tiene sentido para la mayoría de los adultos debido a ingestas subóptimas de ciertas vitaminas en la población general, y que calcio, vitamina D y vitamina B-12 son de particular preocupación para los ancianos.[53] No obstante, enfatizan que un suplemento vitamínico no es un sustituto de un estilo de vida o dieta saludables.[53]

6. Más allá de las Píldoras: Pilares Fundamentales para un Envejecimiento Saludable

La ciencia es clara: los suplementos son, en el mejor de los casos, herramientas complementarias. Los verdaderos pilares de un envejecimiento saludable y una mayor longevidad residen en hábitos de vida consistentes y bien establecidos. No existe una «píldora mágica» que pueda reemplazar una base sólida de salud.

La interconectividad de los pilares del envejecimiento saludable (dieta, ejercicio, sueño y manejo del estrés) demuestra que, si bien cada factor proporciona beneficios distintos, su impacto colectivo y de refuerzo en la longevidad y el envejecimiento saludable es consistente.[37, 41, 48, 53, 54, 55, 56]

Por ejemplo, el ejercicio no solo fortalece los músculos, sino que también mejora significativamente la calidad del sueño y ayuda a manejar el estrés.[37, 57, 56] Una dieta nutritiva proporciona la energía necesaria para la actividad física y fortalece la resiliencia del cuerpo al estrés.[54, 45]

Esto indica que el verdadero camino hacia la longevidad no es una intervención única, sino la sinergia creada por la integración constante de estos hábitos saludables interconectados. Este hallazgo contrarresta directamente el marketing reduccionista de los suplementos «antienvejecimiento», que a menudo promueven una única píldora como solución.

Empodera a los individuos al enfatizar que sus elecciones diarias en múltiples dominios tienen un efecto profundo y acumulativo en su salud y esperanza de vida, ofreciendo un camino más sostenible y holístico hacia un envejecimiento saludable que depender únicamente de productos externos.

La dieta mediterránea: un modelo probado para la longevidad

Reconocida mundialmente, la dieta mediterránea es un modelo de alimentación saludable que contribuye a la longevidad y al bienestar general.[58, 59] Numerosos estudios la asocian con una mejor salud cardiovascular, la prevención de enfermedades crónicas (como diabetes tipo 2, hipertensión y algunos tipos de cáncer), el control del peso y la mejora de la salud cerebral.[58]

Esta dieta se basa en el consumo abundante de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, junto con un uso moderado de pescados y carnes magras. El aceite de oliva virgen extra es un protagonista clave, aportando grasas saludables y antioxidantes.[58, 59]

Además, limita el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y grasas trans.[58] Un estudio de 2021, que analizó los patrones de alimentación de más de 21,000 participantes, reveló que las personas que seguían de cerca la dieta mediterránea tenían un riesgo significativamente menor de tener una muerte cardíaca súbita.[54]

El ejercicio regular: el verdadero «elixir» antienvejecimiento

El ejercicio regular beneficia a todos, y su importancia aumenta con la edad. Ayuda a mitigar el efecto del envejecimiento en múltiples sistemas del cuerpo, y lo mejor es que «nunca es demasiado tarde para empezar».[57]

Los beneficios clave incluyen: prevención de la pérdida ósea, alivio del dolor de la artritis, control y protección contra enfermedades crónicas (como presión arterial alta, diabetes y enfermedades del corazón), aumento de la capacidad intelectual (lo que puede conducir a menos biomarcadores para la demencia y el Alzheimer), mejora del estado de ánimo y el sueño, y apoyo a la inmunidad.[57]

Mantener la masa muscular a través del ejercicio es crucial, ya que la función muscular disminuye con la edad. La masa muscular es un mejor predictor de la longevidad que el peso o el índice de masa corporal (IMC) en adultos mayores.[54] Se sugiere al menos 150 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, o 30 minutos diarios de actividad física moderada.[48, 54] Caminar a paso ligero, yoga, tai chi y natación son excelentes opciones que benefician el equilibrio y la fuerza.[57]

La calidad del sueño y el manejo del estrés: factores subestimados

La calidad del sueño es un pilar fundamental de la salud y el bienestar en todas las etapas de la vida, y es aún más importante a medida que envejecemos.[60] Investigaciones del Colegio Americano de Cardiología han revelado que tener un sueño de calidad de manera constante puede sumar varios años a la vida de una persona, siendo vital para la salud del corazón, el cerebro y la longevidad general.[61]

La duración ideal del sueño para adultos es de siete a ocho horas por noche.[61] La falta de sueño de calidad puede empeorar los síntomas de depresión y otros problemas de salud.[61]

El manejo del estrés es igualmente crucial. El estrés crónico tiene un impacto significativo y negativo en la salud física y mental.[56] Aprender a controlar los niveles de estrés debería ser una prioridad a medida que envejecemos para poder disfrutar plenamente de los años dorados.[56]

Las estrategias efectivas incluyen: el ejercicio físico, que reduce las hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol [56]; disfrutar de la naturaleza; dedicarse a aficiones estimulantes; socializar con amigos y familiares; y practicar técnicas de relajación como el yoga, tai chi o la meditación, que son métodos comprobados para aliviar el estrés y mejorar el bienestar general.[41, 56]

7. Publicidad Engañosa y Mitos Comunes: Cómo Identificar Afirmaciones Falsas

Es fundamental comprender que la industria de los suplementos dietéticos opera bajo una regulación menos estricta que la de los medicamentos. A diferencia de los fármacos, las empresas de suplementos no están obligadas a demostrar la eficacia o seguridad de sus productos ante las autoridades reguladoras antes de comercializarlos.[1, 2]

Esta brecha regulatoria abre la puerta a una proliferación de afirmaciones exageradas, engañosas y, en ocasiones, peligrosas. La vulnerabilidad del consumidor en un mercado de suplementos poco regulado es una preocupación importante.

Las advertencias repetidas de organismos reguladores como COFEPRIS en México, Invima en Colombia y la FDA en EE. UU. sobre la «publicidad engañosa» [62, 63] ilustran cómo la falta de supervisión permite que las empresas hagan afirmaciones sin fundamento.

Esto pone de manifiesto que el consumidor se encuentra en una posición de desventaja, donde la confianza en la marca o la apariencia de un producto pueden llevar a decisiones perjudiciales para la salud.

Señales de alerta en la publicidad: «curas milagrosas» y «resultados instantáneos»

  • Promesas poco realistas: Se debe desconfiar de cualquier producto que prometa «resultados milagrosos», «energía instantánea», «revertir el envejecimiento» o que afirme curar una amplia variedad de problemas de salud.[1, 2] La regla general es: «Si suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea».[1]
  • Lenguaje engañoso y pseudocientífico: Es necesario tener mucha cautela con frases como «innovación científica», «cura milagrosa», «producto exclusivo», «ingrediente secreto», o referencias a «tecnología ganadora del Premio Nobel» sin un respaldo científico verificable y transparente. El uso de términos equívocos que suenan científicos (como «multiplicidad molecular» o «termogénesis» sin contexto) también es una señal de alarma.[2]
  • Testimonios no documentados: Los testimonios personales de «pacientes» o «médicos» que declaran resultados milagrosos sin evidencia científica rigurosa o que parecen demasiado dramáticos son una fuerte señal de alarma.[2]
  • Tácticas de marketing agresivas: Las ofertas de «disponibilidad limitada» o la exigencia de «pago por adelantado» pueden ser tácticas de presión para que el consumidor compre sin investigar a fondo.[2]
  • Ejemplos de alertas reales: Autoridades sanitarias como COFEPRIS en México y el Invima en Colombia han emitido alertas sobre publicidad engañosa. Por ejemplo, COFEPRIS alertó sobre productos como Umary y Mesofrance, que se promocionan sin los permisos de difusión requeridos o atribuyen propiedades terapéuticas sin fundamento.[62] También se han documentado casos de publicidad encubierta en medios, como las «cápsulas de krill» o polvos «mágicos» para bajar de peso, que manipulan la evidencia científica para vender productos.[46]

Mitos comunes sobre los suplementos antienvejecimiento (y cómo desmentirlos)

  • Mito 1: Solo los productos caros son eficaces.
  • Verdad: Un precio elevado no garantiza mayor eficacia. Lo más importante son los ingredientes activos presentes en la fórmula y la evidencia científica que los respalda, no la marca o el costo.[30]
  • Mito 2: Se puede dejar de usar productos antienvejecimiento una vez que se ven resultados.
  • Verdad: El envejecimiento es un proceso continuo. Los productos antienvejecimiento, si son eficaces, están diseñados para uso regular y a largo plazo para mantener los resultados.[30]
  • Mito 3: Cuantos más productos se usen, mejor será el efecto.
  • Verdad: Usar una gran cantidad de productos no aumenta el efecto deseado y, de hecho, puede irritar la piel o causar interacciones no deseadas.[30]
  • Mito 4: La dieta no tiene ningún efecto antienvejecimiento.
  • Verdad: La alimentación es fundamental. Una dieta saludable rica en frutas, verduras y grasas saludables, junto con una buena hidratación, tiene un impacto directo y positivo en la salud general y el aspecto de la piel.[30]
  • Mito 5: Los productos «fuertes» o agresivos son mejores.
  • Verdad: Los productos con ingredientes agresivos pueden irritar la piel. El cuidado antienvejecimiento es un maratón, no una carrera de velocidad, y la constancia con productos suaves y adecuados es más efectiva.[30]
  • Mito 6: El magnesio o el colágeno engordan; la creatina daña los riñones; las proteínas en polvo dañan el hígado/riñones.
  • Verdad: Estos son mitos comunes. El magnesio no engorda y puede mejorar la composición corporal. El colágeno es una proteína que no tiene impacto negativo en el peso. La creatina, en dosis adecuadas, es segura y eficaz para mejorar el rendimiento muscular sin dañar los riñones. Las proteínas en polvo son seguras y eficaces para complementar la dieta, especialmente para personas activas.[20]
  • Mito 7: La biotina mejora el crecimiento del cabello en todas las personas.
  • Verdad: La biotina es importante para la salud del cabello y las uñas, pero solo es útil en casos de déficit. No es una cura milagrosa para la caída del cabello si no hay una deficiencia subyacente.[20]

La importancia de consultar a profesionales de la salud

Ante la falta de regulación y la prevalencia de la publicidad engañosa, la recomendación más importante es siempre consultar a un médico o a un profesional farmacéutico antes de comprar o consumir cualquier suplemento.[63, 64]

Ellos pueden evaluar las necesidades individuales, identificar posibles deficiencias, revisar interacciones con medicamentos y determinar los riesgos y beneficios reales.[1, 29] Al elegir un suplemento, se deben buscar marcas con buena reputación y sellos de terceros (como USP, NSF o Consumer Lab) que indiquen que el producto ha sido probado para determinar su pureza y que los ingredientes de la etiqueta coinciden con el contenido real.[1]

8. Conclusiones

La evidencia científica actual no respalda la idea de que los multivitamínicos generales extiendan la longevidad en adultos sanos. Las investigaciones a gran escala demuestran que, para la mayoría de las personas con una dieta equilibrada, estos suplementos no reducen el riesgo de mortalidad o enfermedades crónicas relacionadas con el envejecimiento. La noción de que actúan como un «seguro nutricional» para prolongar la vida carece de fundamento científico.

Sin embargo, la investigación en el campo del envejecimiento sí explora el potencial de nutrientes y compuestos específicos para influir en procesos biológicos clave. Moléculas como la vitamina D, los precursores de NAD+ (NMN, NR), el resveratrol y la CoQ10 están siendo estudiadas por su impacto en la salud telomérica, la función mitocondrial, la reparación del ADN y la reducción del estrés oxidativo.

Otros micronutrientes como el calcio (especialmente CaAKG), zinc, selenio, creatina, magnesio y ciertas vitaminas del complejo B también muestran beneficios específicos para la salud ósea, muscular, cognitiva e inmunológica en el contexto del envejecimiento. Es crucial diferenciar entre estos enfoques dirigidos y el consumo indiscriminado de multivitamínicos.

A pesar de los posibles beneficios de algunos suplementos específicos, su consumo debe abordarse con cautela. La ingesta excesiva de vitaminas y minerales puede ser perjudicial, llevando a toxicidades con síntomas que van desde dolores de cabeza y problemas gastrointestinales hasta daños hepáticos, renales o neurológicos.

Además, los suplementos pueden interactuar peligrosamente con medicamentos. La industria de los suplementos carece de la misma regulación estricta que los medicamentos, lo que facilita la proliferación de publicidad engañosa y afirmaciones sin respaldo científico.

En última instancia, los pilares fundamentales para un envejecimiento saludable y una mayor longevidad residen en un estilo de vida integral. Una dieta mediterránea rica en nutrientes, la práctica regular de ejercicio físico, un sueño de calidad y estrategias efectivas para el manejo del estrés son los factores más influyentes y sinérgicos para mantener la salud y la vitalidad a lo largo de los años. Los suplementos, en el mejor de los casos, pueden complementar estos hábitos, pero nunca reemplazarlos.

Por lo tanto, la recomendación principal es siempre priorizar una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida activo. Si se considera la suplementación, es imperativo consultar a un profesional de la salud para evaluar las necesidades individuales, identificar posibles deficiencias y asegurar un consumo seguro y basado en evidencia. La toma de decisiones informadas y personalizadas es la clave para un envejecimiento saludable y una vida plena.

Claro, aquí tienes el apartado de referencias con cada número correspondiente a su fuente:

9. Referencias

Ver las referencias

[1] https://www.bannerhealth.com/es/healthcareblog/advise-me/what-seniors-should-know-about-anti-aging-supplements

[2] https://consumidor.ftc.gov/articulos/s0261-suplementos-dieteticos

[3] https://www.univision.com/noticias/salud/multivitaminicos-no-ayudan-a-vivir-mas-estudio

[4] https://sciencemediacentre.es/el-consumo-diario-de-multivitaminas-no-tiene-beneficios-para-la-longevidad

[5] https://www.hopkinsmedicine.org/health/wellness-and-prevention/is-there-really-any-benefit-to-multivitamins

[6] https://www.nih.gov/news-events/news-releases/healthy-adults-taking-multivitamins-daily-not-associated-lower-risk-death

[7] https://www.uspreventiveservicestaskforce.org/uspstf/recommendation/vitamin-supplementation-to-prevent-cvd-and-cancer-preventive-medication

[8] https://institutonutrigenomica.com/noticias-nutrigenomica/la-vitamina-d-puede-ayudar-a-frenar-el-envejecimiento-biologico/

[9] https://news.harvard.edu/gazette/story/2025/05/vitamin-d-supplements-may-slow-biological-aging/

[10] https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC6205492/

[11] https://www.bupasalud.com/salud/que-suplementos-tomar

[12] https://www.infobae.com/salud/2025/07/03/un-estudio-revela-como-la-vitamina-c-reactiva-los-genes-de-regeneracion-de-la-piel-combatiendo-el-envejecimiento/

[13] https://www.infobae.com/mexico/2024/06/28/cual-es-la-supervitamina-de-la-longevidad-y-en-que-alimentos-encontrarla-para-prevenir-la-aparicion-de-signos-de-la-edad/

[14] https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002399.htm

[15] https://grup-policlinic.com/nad-la-molecula-clave-longevidad-y-la-salud/

[16] https://purovitalis.com/es/investigacion-sobre-precursores-de-nad-y-su-potencial-para-la-longevidad/

[17] https://www.naturecan.es/blogs/news/nmn-beneficios-alimentos-efectos-suplementos

[18] https://www.elmetodofuncional.com/dolor/la-verdad-sobre-los-suplementos-antienvejecimiento-o-anti-aging/

[19] https://www.santalba.com/el-resveratrol-mejora-la-salud-y-alarga-la-vida

[20] https://www.tomorrow.bio/es/post/resveratrol-para-la-longevidad-es-eficaz-para-los-seres-humanos

[21] https://www.mayoclinic.org/es/drugs-supplements-coenzyme-q10/art-20362602

[22] https://www.upo.es/diario/theconversation/2022/03/por-que-envejecemos-mejor-con-coenzima-q10/

[23] https://archivo.prensa-latina.cu/2021/06/24/descubren-mecanismo-metabolico-favorable-a-l2a-longevidad

[22] https://www.upo.es/diario/theconversation/2022/03/por-que-envejecemos-mejor-con-coenzima-q10/

[24] https://diabetes.org/es/alimentos-nutricion/diabetes-vitaminas-suplementos/calcio-relacionado-con-envejecimiento-diabetes-hipoglucemia-disminuciones

[25] https://eu.youthandearth.com/es-de/blogs/blog/calcium-akg-s-role-in-extending-lifespan

[26] https://www.uam.es/uam/investigacion/cultura-cientifica/noticias/zinc-personas-mayores

[27] https://www.immedicohospitalario.es/noticia/19765/el-selenio-ayuda-a-combatir-el-estres-oxidativo-.html

[28] https://longevity.stanford.edu/lifestyle/2024/03/11/supplements-for-healthy-aging/

[29] https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11562224/

[30] https://www.nia.nih.gov/health/vitamins-and-supplements/vitamins-and-minerals-older-adults

[31] https://www.merckmanuals.com/es-us/hogar/trastornos-nutricional3s/vitaminas/exceso-de-vitamina-k

[32] https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-nutricionales/deficiencia-dependencia-e-intoxicaci%C3%B3n-vitam%C3%ADnica/deficiencia-de-vitamina-a

[33] https://medlineplus.gov/spanish/vitaminddeficiency.html

[34] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-nutricionales/vitaminas/exceso-de-vitamina-e

[35] https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-nutricionales/deficiencia-dependencia-e-intoxicaci%C3%B3n-vitam%C3%ADnica/intoxicaci%C3%B3n-por-vitamina-b6

[36] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/high-blood-cholesterol/expert-answers/niacin-overdose/faq-20058075

[37] https://www.nj.gov/health/eoh/rtkweb/documents/fs/1036sp.pdf

[38] https://www.medicoverhospitals.in/es/diseases/zinc-poisoning/

[39] https://www.merck.com/docs/product/safety-data-sheets/ah-sds/Selenium%20(10_pct)%20Solid%20Formulation_AH_US_1X.pdf

[40] https://www.paho.org/es/envejecimiento-saludable

[41] https://www.nutrition.org.uk/nutrition-for/older-people/

[42] https://www.albertahealthservices.ca/assets/info/nutrition/if-nfs-ng-seniors-health-overview.pdf

[43] https://www.nutrition.gov/topics/dietary-supplements

[44] https://www.paho.org/es/envejecimiento-saludable

[45] https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC7801214/

[46] https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/envejecimientoSaludable/fragilidadCaidas/docs/ActualizacionDoc_FragilidadyCaidas_personamayor.pdf

[47] https://www.ama-assn.org/topics/nutrition-diet

[48] https://www.crnusa.org/sites/default/files/pdfs-benefits/03CRN-BenefitsBook-whorecs.pdf

[49] https://www.nia.nih.gov/espanol/mantener-su-buena-salud/sabemos-sobre-como-envejecer-saludablemente

[50] https://majao.es/2025/02/20/la-dieta-mediterranea-y-su-relacion-con-la-longevidad/

[51] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ageing-and-health

[52] https://salud.bswhealth.com/blog/encouraging-the-elderly-to-exercise

[53] https://www.infobae.com/salud/2024/05/09/cuantas-horas-hay-que-dormir-si-se-quiere-vivir-100-anos-segun-los-expertos-en-longevidad/

[54] https://www.miamijewishhealth.org/blog/salud-y-bienestar-de-los-mayores/consejos-para-controlar-el-estres-en-la-tercera-edad/?lang=es

[55] https://www.svgg.org/el-estres-en-los-adultos-mayores/

[56] https://www.garnierusa.com/es/consejos-y-tutoriales/desvelamos-5-mitos-del-antienvejecimiento

[57] https://zemaltea.com/la-dieta-mediterranea-alarga-la-vida/

[58] https://cenie.eu/es/blog/descanso-reparador-la-clave-para-un-envejecimiento-saludable

[59] https://www.gob.mx/cofepris/articulos/cofepris-alerta-sobre-publicidad-enganosa-y-venta-irregular-de-suplementos-y-productos-para-moldear-la-figura

[60] https://www.ecopetrol.com.co/wps/portal/Home/revista-e-salud/medicamentos/pilas-con-los-productos-milagrosos/pilas-con-los-productos-milagrosos

[61] https://www.eldiarioar.com/sociedad/capsulas-krill-polvo-magico-bajar-peso-publicidad-enganosa-television-publica_1_12431058.html

[62] https://thebeautyconcept.com/magazine/actualidad/los-mitos-y-verdades-de-la-suplementacion-en-medicina-integrativa/

[63] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ageing-and-health

[64] https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112018001000015

[65] https://www.fda.gov/consumers/articulos-para-el-consumidor-en-espanol/tenga-cuidado-con-las-falsas-promesas-de-las-supuestas-curas-para-el-alzheimer

[66] https://kidshealth.org/es/parents/moms-nutrients.html

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